¿Se debe ejercer la justicia por propia mano en México? Análisis y Opinión-DAC 45
La justicia por propia mano ha subido increíblemente en México en la última década, es el resultado de la escasa o nula participación de la policía en el país, pero ¿Qué tal ha servido para frenar la ola de violencia en nuestra nación? La respuesta es más sencilla de lo que parece.
La justicia por propia mano sirve perfectamente para darle un escarmiento a los delincuentes, víctimas de ésta nueva práctica. Varios periodistas, civiles y gobernantes han criticado ésta nueva forma de justicia, debido a que lo consideran "una actuación cavernaria", "debilitan la estabilidad social" y "violan el Artículo 17 de la Constitución", aunque ésta última sea verdad, hay algo que los periodistas, los medios de comunicación y el gobierno ocultan frecuentemente y a pesar de eso, los mexicanos sabemos perfectamente, aquellos que critican nuestra forma de impartir justicia, son aquellos que jamás han sido asaltados, tienen múltiples lujos, están protegidos por los altos mandos del gobierno, y no tienen necesidad de viajar en transporte público debido a sus prestigiosos y en ocasiones, innecesarios y presumidos bienes.
Para ellos es muy fácil criticar cuando no han sufrido lo que muchos mexicanos hemos pasado, que son los constantes asaltos, robos, extorsiones, violaciones, chantajes, acoso y en el peor de los casos, un asesinato. En un país como México, de 100 delitos denunciados, sólo 6 terminan beneficiando a las víctimas, quiere decir que el 95% de los delitos cometidos en el país quedan totalmente impunes.
Ante esta situación, los mexicanos estamos hartos de todo esto, y salimos a las calles a hacer justicia por propia mano, que básicamente consiste en agarrar al delincuente y someterlo a golpes hasta la llegada de la policía, de lo contrario, éstas ratas terminan linchadas.
Al menos, según los datos estadísticos, los estados donde mayormente se ejerce la justicia por propia mano son la Ciudad de México, Estado de México, Sinaloa, Guanajuato y Puebla. En la mayoría de los casos, las personas no contactan a las autoridades (más sin en cambio ellos intervienen) y lo golpean hasta dejarlo medio muerto, y en una minoría de casos, los delincuentes, después de ser brutalmente golpeados, son entregados a las autoridades correspondientes.
Al fallar las estrategias policíacas, las "autoridades" sueltan a los delincuentes mediante fianzas y/o sobornos, y ellos podrán seguir haciendo sus fechorías, mientras nosotros los ciudadanos mexicanos seguimos siendo víctimas de sus maldades.
Gracias a esto, cada vez es más frecuente que dejen muy heridos, medio muertos o fallecidos, a los delincuentes, porque entre menos delincuentes, más fácil es terminar con el crimen organizado, y esto no le conviene a nuestro gobierno, que se sostiene con material de procedencia ilícita, y esta es la razón por la que las "autoridades" critican nuestra forma de ajusticiar a los delincuentes, debido a la envidia de ser totalmente inferiores a la fuerza civil que hace justicia de una forma más práctica.
En cuanto a riesgos, pues, el único riesgo que tiene hacer justicia por propia mano, es confundir a una persona con un ladrón, mayormente por su aspecto físico y/o movimientos.
En fin, las personas que defienden a los delincuentes y critican a los "justicieros anónimos" no se cansan de repetir que los mexicanos que apoyamos la justicia por propia mano, violamos lo que dice el Artículo 17 de la Constitución Política, lo que no dicen, es que los altos mandos del gobierno se han encargado de violar muchos más artículos y derechos que la Constitución le respalda a los mexicanos, por ejemplo:
Artículo 3; Derecho a la educación
Artículo 4; Derecho a la vida
Artículo 5; Derecho a la integridad personal
Artículo 7; Derecho a las debidas garantías judiciales y al debido proceso
Artículo 8; Derecho a la protección de la Ley
Artículo 24; Derecho a la protección judicial
Si alguien de los altos mandos del gobierno intenta, o censura ésta nota informativa, está violando mi derecho a la libertad de expresión, que me respalda en el Artículo 19 de la Constitución Política.
En conclusión, la justicia por propia mano es la única solución a la delincuencia mientras no haya un proyecto de seguridad social a nivel nacional estable, y si los más "poderosos" quieren que se erradique la justicia por propia mano, entonces que se pongan a trabajar para restaurar la paz y la libertad en el país.
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